Tony (Oriol Aubets) es un obsesionado con la ciencia-ficción y los videojuegos, es decir, un friki. El absoluto monotema en el que se ha convertido su vida hace que naufrague su relación de pareja con Natalia (Karen Owens) el videoclub especializado que regenta se vaya a pique y tenga una vida social, por llamarla de algún modo, dispersa. Durante una convención de ciencia-ficción el escritor Félix Cadecq (Manuel Solás) anuncia, ante la rechufla general, que un extraño personaje llamado El Mensajero (Anthony Blake) le ha revelado el fin de la civilización y el contacto con visitantes extraterrestres. Tony, sin embargo, le cree... y a partir de ese momento se desatan toda una serie de acontecimientos que ni él mismo hubiera sido capaz de soñar.