A los 10 años, Aki Miyagawa se mudó a Tokio para perseguir su sueño de convertirse en una virtuosa del taiko, pero la realidad es dura, y ahora que ha crecido, lo está pasando mal para compaginar su tiempo entre la música y el trabajo. El día a día no hace más que apartarle de este sueño de infancia, hasta que de pronto, recibe una llamada. Ahora, después de 15 años, volverá a su pueblo para lograr que se celebre el gran festival de taiko