Al final del espectro cuenta la historia de Vega, una mujer que después de pasar por una experiencia traumática, empieza a sufrir de miedo a los espacios abiertos (agorafobia). Por este motivo se aleja de su trabajo y por recomendación de su padre se muda a un nuevo apartamento donde empieza a vivir como una ermitaña. Este cambio radical de vida la hace ver cosas inexplicables y escuchar voces que la sumen en una situación desesperada.