Cuando Maggie (Katherine Ross) y Pete (Sam Elliott) llegan a Inglaterra, su felicidad se verá ensombrecida por una especie de influencia diabólica. Mientras pasan unos días en una casa de campo con unos amigos, el terror se irá apoderando de ellos, al ver que, poco a poco, todos los invitados aparecen asesinados en extrañas circunstancias. No obstante, Maggie acabará averiguando cuál es el origen de todo ese horror.