En una azotea de la ciudad turca de Adana, Yusuf pasa el tiempo en el palomar que instaló su difunto padre. Su pájaro favorito se llama Maverdi, una paloma a la que Yusuf ve como a sí mismo en la sociedad: al margen de la violencia y la ignorancia. El joven casi nunca sonríe, y las cosas empeoran con los intentos de su hermano para que se busque un trabajo.