En un típico pueblo, los niños son amenazados con la leyenda del temible Patalarga. Para los padres, el Patalarga no es más que un ventajoso invento para que los niños no molesten a la hora de la siesta. Sin embargo, Teto, Maru y Ramon descubrirán que el Patalarga en realidad sí existe. Contrariamente a su apariencia, el Patalarga es una bellísima persona y entablan un dulce vínculo de afecto.