A pesar de ser cinturón negro de Taekwondo, Chi-Guk, que acaba de ingresar en una organización mafiosa, es un hombre que soporta en silencio las ofensas y arbitrariedades del capo Jae-Mun. Juntos viajan a un pueblo remoto para asesinar a un gángster llamado Dae-Sik, responsable de la muerte de un amigo de Jae-Mun. Mientras espera el momento oportuno, Jae-Mun se hace amigo de la madre de Dae-Sik y pasa algún tiempo con ella, que lo trata como a un hijo más.