La emoción de Soraya ante la próxima celebración de la cena de Nochebuena contrasta con la apatía de Chema, Fidel y Paz, que se sumarán a la tradicional velada navideña en el hogar de los García. Movida por su colosal apetito, Eugenia se come el cochinillo comprado por su nieta, situación que amenaza la celebración familiar.