Cuando su amiga la deja sola en un viaje a Hong Kong, Tomoko (Fukada Kyoko) es víctima del robo de su cartera. La policía arresta al hombre que ella señala, pero resulta ser la persona equivocada: un joven coreano llamado Ji Hoon (Won Bin). Más allá de su rabia y humillación, la invita a cenar ya que ella perdió todo su dinero. A cambio, ella acepta actuar en su película de aficionado. Lo que sigue son dos días mágicos y románticos. Al regresar a sus respectivos países, Tomoko debe regresar a su rutinario trabajo y Ji Hoon volver a estudiar para unirse a la empresa familiar en lugar de perseguir su sueño de convertirse en un director de cine. Pero pronto ambos comienzan a enviarse emails y su relación se reaviva más allá de la distancia y los obstáculos entre ellos. Esta es la primera vez en la historia de la televisión en la cual un drama es co-producido entre Japón y Corea del Sur, y la historia nos muestra que el amor no tiene barreras.