Después de retirarse fuera del centro de detención, Fushiguro se da cuenta de la muerte del espíritu maldito de grado especial. Sukuna llega y retiene a Yuji como rehén arrancándole el corazón, creyendo que Yuji no sería tan imprudente como para intentar hacerse cargo. Luchan por el dominio, pero incluso con la ayuda de su shikigami, Megumi es dominado.