La trabajadora social investiga los primeros meses de la vida de Pietro y los cuidados de su madre. Se ve obligada a dar este paso por las acusaciones de Enrico contra Anna y las pruebas que ha recogido para demostrar cómo se comportó su mujer en ese momento. Rosa interroga primero al pediatra del niño y luego a todas las personas que puedan darle una idea de ese período. Finalmente, decide enfrentarse a Anna directamente. Solo así podrá establecer si es una buena madre o si sus errores son tan verdaderamente imperdonables como afirma su marido.