Geralt, con la ayuda de su amigo Dandelion, encuentra una posada apartada, como descubrió, el lugar de la prisión de Ciri. Lucha con los guardias que custodiaban al grupo de niños secuestrados entre los que esperaba encontrar a la niña. Los suelta. Sin embargo, Ciri no está entre ellos. Geralt se queda solo en el campo de batalla. Está esperando a su enemigo, Falwick. Hay una pelea. Falwick muere, pero Geralt y Dandelion no están a salvo. Son capturados por los nilfgardianos. Gracias a un truco, logran escapar a través de mazmorras y pasajes subterráneos.